Otoño-invierno 23-24, las tendencias
En el mundo dinámico y en constante evolución de la moda, algunas tendencias destacan, testimoniando tanto nuestra historia como nuestro futuro.
La nostalgia de cierta elegancia frente a un futuro tecnológico e inmersivo
La moda digital, con sus universos numéricos y sus texturas 3D, nos sumerge en un futuro tecnológico e inmersivo. Paralelamente, el regreso de las tendencias de los años 50 recuerda una época de posguerra marcada por una elegancia refinada. En cuanto a tonalidades, los matices atemporales de beige y gris se han impuesto como los colores del momento, encarnando la sobriedad, el confort y el equilibrio.
Moda digital

La moda digital fusiona tecnología y estética, reflejando la era digital actual. Influenciada por internet, la realidad virtual y la 3D, esta tendencia ofrece una experiencia inmersiva, donde la ropa cobra vida en universos virtuales.
La moda se convierte en una extensión de nuestra identidad digital
Los materiales sintéticos dominan, evocando el mundo digital: efectos irisados que recuerdan a los hologramas, transparencia futurista y destellos de vinilo. El negro predomina como base, contrastado por tonos neón audaces que evocan la luz de las pantallas. Los patrones geométricos, inspirados en la modelización 3D, añaden una dimensión adicional a estas creaciones.
Tonalidad beige
Evocando confort, calor, luz y refinamiento, el beige ofrece un ambiente a la vez cálido y sofisticado. Los diseñadores juegan con su versatilidad, mezclando materiales y texturas para crear conjuntos armoniosos.
Tinte atemporal, el beige regresa con fuerza en la moda actual, encarnando sobriedad, elegancia y modernidad
Variando desde el marrón chocolate hasta el camello, la versatilidad del beige también reside en su capacidad de magnificar diversos materiales. Cuero, lanas, ante o fieltro, las texturas beige añaden una sofisticación discreta a los sombreros y se combinan perfectamente con cualquier estilo.En resumen, el beige, lejos de ser monótono, es un pilar de la elegancia contemporánea, adaptable a todas las ocasiones, y sigue siendo una elección siempre elegante en el panorama de la moda.
Los años 50
La moda de los años 50, marcada por la posguerra, simboliza una renovación y un regreso a la elegancia. En sombrerería, el boina, el sombrero fedora o el cloche encajan perfectamente.
En un ambiente retro, las mujeres adoptan siluetas ceñidas y líneas depuradas, con vestidos de cintura marcada y faldas corola. El trench se convierte en un imprescindible, mientras que el estilo masculino/femenino emerge con el traje-corbatín llevado por las mujeres. Los materiales naturales, como el cuero, la lana, la seda y la muselina, dominan esta década.
La elegancia se encuentra con la afirmación de uno mismo, combinando herencia e innovación para crear un estilo atemporal
La paleta de colores es a la vez sobria e intensa. El negro y el blanco, eternos opuestos, juegan con los contrastes, a veces en un look total, a veces en dúo gráfico. Pero el imprescindible de esta época es sin duda el rojo vivo. Ya sea un vestido escarlata, un lápiz labial llamativo o una bufanda de muselina, este rojo es el símbolo de la audacia y la pasión.
Nuances de gris
El gris, color a menudo calificado de neutro, se ha afirmado como un pilar esencial de la moda contemporánea. Sinónimo de sobriedad y elegancia relajada, su fuerza radica en su capacidad de presentarse en diversas tonalidades, desde las más frías hasta las más cálidas, que se armonizan maravillosamente entre sí.